La
proclamación de la II República el 14 de Abril de 1931 abrió un abanico de
posibilidades al nacionalismo y al regionalismo desde el propio pacto previo de
San Sebastián, al proponer la redacción de una Constitución que reconoce el derecho a la autonomía de las
regiones como una de las bases del nuevo régimen. Esta circunstancia propicia
la aparición de políticas regionalistas cuyas funciones son asumidas en
Andalucía por la Junta Liberalista, presidida por Blas Infante, autora de una temprana propuesta a
la Diputación de Sevilla para la convocatoria de una asamblea de Diputaciones
para elaborar el Estatuto de Autonomía de Andalucía. El inicio de los primeros
trabajos para este objetivo acarreará en Huelva una intensa oposición
periodística que concluyen en una postura
abstencionista la Diputación Provincial, y una actitud declaradamente opuesta
del Ayuntamiento de Huelva que prefiere la unión con Extremadura.
Así,
cuando finalmente se produce la asamblea de Córdoba el 29 de Enero de 1933, la
representación de la provincia de Huelva, que acude sin compromiso de aceptar
los acuerdos, solicita el aplazamiento de la misma durante al menos dos años
para difundir el contenido del Estatuto de Autonomía. La no aceptación de esta
propuesta supuso la retirada de los representantes onubenses a los que se sumaron
los de Almería, Jaén y Granada, y el final de la misma.
La
posterior victoria de la derecha en las elecciones de 1934 bloqueó toda la
actividad regionalista, y habrá que esperar nada menos que hasta 1936, con la
victoria del Frente Popular para el inicio de una nueva campaña a favor de la
autonomía.
En
el transcurso de esta campaña se produce un nueva polémica en torno a la
posibilidad de un Estatuto separado de Huelva con Extremadura, opción
representada en la capital por el propio Ayuntamiento, intereses cercanos al
Puerto de Huelva y la compañía de Ferrocarriles de Zafra, quienes se sienten
discriminados por la reducción de tarifas ferroviarias y marítimas que posee
Sevilla respecto a nuestra provincia. Esta opción fue ganando adeptos conforme
nos acercamos a los meses de junio y julio de 1936, lo que podía hacer peligrar
la consecución final del Estatuto de Autonomía.
Es
en este contexto donde se produce la "súbita" aparición en escena del
Ayuntamiento y el núcleo Liberalista de Isla Cristina, que acaban colocándose a
la cabeza del movimiento Andalucista en Huelva. El 24 de junio de 1936 el
Ayuntamiento de Isla Cristina remite un comunicado al resto de los ayuntamientos onubenses, con el siguiente texto:
"Supongo en su poder el
anteproyecto de Bases del Estatuto Andaluz que directamente le habrá remitido
la Junta Liberalista de Andalucía. Como contestación a las preguntas formuladas
en el mismo, el núcleo de esta ciudad ha redactado las que, por dicho núcleo,
le serán remitidas.
También
le supongo enterado
por la prensa de Huelva de la Moción presentada a
aquel Ayuntamiento por la minoría federal.
Ante la orientación que los federales de
Huelva pretenden dar al espíritu autonómico, gestionando un estatuto que
comprenda Extremadura y Huelva, lo que está en pugna con nuestro sentimiento
andaluz y nuestra historia, me permito rogarle firmé y remita al Excmo.
Ayuntamiento de Huelva el adjunto impreso invitándole a que se abstenga de una
campaña, que por impopular no puede arraigar en el espíritu Andalucista de nuestra provincia.....". (AMLP,
correspondencia, 1936).
No
ha sido posible, a pesar de nuestros esfuerzos, lograr esta encuesta que se
cita, ni el comunicado, pero queda patente que la actitud de la provincia de
Huelva no era ya unánime y al ayuntamiento de la capital le surge un competidor que es capaz de articular una campaña paralela. Pese a todo, esta
campaña positiva sólo consiguió la adhesión de cinco ayuntamientos onubenses, Cala, Higuera de la Sierra, Isla Cristina,
Lucena del Puerto, Moguer, lo que obligó a matizar la postura de los
andalucistas y reiterar los escritos de adhesión unos meses antes de la Guerra
Civil.
En
la documentación local de Lucena del Puerto, que vivía desde mayo los problemas
propios del paro obrero y una Huelga General, nada se recoge al respecto. La
campaña de las lecciones de febrero fue dura y en ella se produjo el desbordamiento
de los Republicanos Radicales, en el
poder desde 1931, por el Sindicato de Agricultores y el Frente Popular. El
viraje conservador de estos últimos hacia la CEDA, de mano del candidato Pérez de Guzmán, debió determinar el
posicionamiento de los antiguos aliados de la izquierda, que fueron capaces de
otorgar el mayor número de votos al centrista Urzaiz Cadaval, pese a la victoria en votos de las
candidatura del Frente Popular.
Resultados de las
elecciones de Febrero de 1936 en Lucena del Puerto.
|
||
Partido
|
Votos
|
|
Candidatura del Frente Popular
|
||
González Peña
|
PSOE
|
542
|
Santiago López
|
U.R.
|
110
|
Crescencio Bilbao
|
PSOE
|
542
|
Cordero Bell
|
Federal
|
545
|
Juan Gutiérrez Prieto
|
PSOE
|
544
|
Candidatura de Centro-Derecha
|
||
Joaquín Urzaiz Cadaval
|
Centro
|
656
|
Dionisio Cano López
|
Independiente
|
11
|
Francisco Pérez de Guzmán y Urzaiz
|
CEDA
|
11
|
Manuel Sánchez- Dalp
|
CEDA
|
11
|
Rey Mora
|
Radical
|
11
|
El
posicionamiento, primero de los Radicales, y después de las candidaturas de
derechas, contrarias a la autonomía andaluza, pudo ser la causa del apoyo de
nuestro Ayuntamiento al Estatuto, pese al abrumador pronunciamiento de nuestro entorno a favor a la asociación con Extremadura. Desconocemos si hubo más contactos con
la Junta Liberalista, y si así fue, no han dejado constancia a nivel local, pero
en cualquier caso la posición lucenera se mantuvo firme hasta que el Golpe de Estado
acabó con el Estatuto y las esperanzas del Andalucismo Histórico.
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