Del
azulejo o el retablo cerámico de la Santísima
Trinidad hasta hoy solo hemos podido aventurar hipótesis con escaso
refrendo documental. Sabemos con seguridad que la casa donde se encuentra ubicado
perteneció a una hermanad no identificada,
fue desamortizada a mediados del siglo XIX y adquirida, con otros
bienes, por los hermanos Nicolás y Jerónimo Garrido. El azulejo, catalogado en
el XVIII, se nos antojaba que podría
estar relacionado con esta hermandad y con esas “estaciones” que se llevaban
a cabo en los Rosarios y devociones procesionales públicas que se realizan por
las calles de la localidad. Claro está, que esta afirmación no añade nada
puesto que todas ellas realizan estos itinerarios, como hemos tenido ocasión de
comprobar en otros trabajos y poseen censos sobre viviendas en esta fecha
prácticamente todas las hermandades Misericordia, Rosario, Ánimas, Vera Cruz y Santísimo
Sacramento.
El
retablo, sin embargo, es anterior a estas fechas y aparece reflejado en la compraventa
de la casa entre Pedro Villalba y Pedro
Marín de 1761 de la siguiente manera:
“..Unas casas de morada que tengo, mías
propias, en este dicho lugar, en la calle que llaman del Castillo, linde casas
de don Francisco Ruiz de Cabrera, Casas de Cristóbal Ruiz Hilazo, y hazen
frente a la Plasa de este dicho lugar, en
cuia frente está el cuadro de la Santísima Trinidad.....”
La
casa se vende por 750 reales con cargo de 66 reales de vellón de censo anual a
la fábrica de la Iglesia Parroquial, por lo que tenía algún tipo de memoria que
no se especifica.
Más
allá de lo dicho, una hipótesis sobre su fecha exacta de colocación y edad es
cuanto menos temerario, pero sí podemos afirmar que es anterior a esta fecha,
puesto que se encontraba ya colocado. En la representación que nos ocupa,
afortunadamente recuperada tras las obras en su ubicación actual por su
propietario, no existen elementos de identificación de ningún tipo. Como en los otros azulejos
conservados se trata de una representación de 20 piezas (4x5) de 50 x 65
centímetros que para algún autor procede de algún taller comarcal próximo,
puesto que existen algunos modelos similares de veinte piezas en Villalba del Alcor, en dos de las
puertas de la parroquia, y Bonares, en
ermita de San Sebastián, construida a finales del siglo XVIII. Dos de ellas,
una en cada localidad, además son idénticas y representan a San Sebastián, lo
que indica que pudieron ser piezas
seriadas.
Sin
embargo, esta representación podría estar más relacionada con algún taller
sevillano ya que existen tres representaciones casi idénticas, más pequeñas eso
sí, en los municipios del Arahal (3x3 azulejos de 30 x 30 centímetros) y dos en
Marchena (ambas de 3x3 azulejos de 38 x 38 centímetros), catalogadas por el
Proyecto Augusta (http://www.retabloceramico.net), con idénticos planteamientos, colores y
formas, una de las cuales, la del domicilio particular situado en la Calle San
Francisco se ubica la fabricación en Triana. Es más, otra representación muy
similar, pero con la escena principal en primer plano procedente del antiguo
Hospital de la Sangre de la Santísima Trinidad de Sevilla, fechada en 1782, se ubica actualmente
en el interior de la casa Hermandad de
la Vera Cruz de Sevilla.
Los enlaces en retablo
Cerámico a estos retablos son los siguientes:
Representación del Arahal:
http://www.retabloceramico.net/2380.htm
Representación de Carmona
1: http://www.retabloceramico.net/5036.htm
Representación de carmona
2: http://www.retabloceramico.net/1927.htm
Representación de Sevilla:
http://www.retabloceramico.net/5009.htm
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