lunes, 18 de septiembre de 2017

Pasajeros a Indias. Luceneros en América entre los siglo XVI-XVIII

Hubo luceneros que por proximidad al núcleo descubridor y, tal vez, por necesidad y espíritu de aventuras, participaron en las empresas de Indias desde su origen. El catálogo no es muy extenso, pero por contra tenemos referencias familiares de muchos de ellos y conocemos parte de sus periplos, que no es poco. Es más, sólo citamos los que tenemos ciertas certezas, descartando muchos de los numerosos poderes de cobro que se otorgan porque no ofrecen datos de residencio u origen e incluso, en algunas ocasiones, pocas, ciertamente, ni siquiera se citan los titulares de los envíos.  El año que encabeza los nombres es el que aparece citado en la documentación.


1536. Francisco Hernández “Zorzo” (ausente/difunto en Indias). Citado como ausente en Indias en varias  obligaciones, y ya difunto, posee un hijo en Lucena, Martín Alonso, tutelado por ser menor. Las obligaciones aluden a la posesión de olivares y un molino que alquila el curador del hijo menor.

1539. Antón Rodríguez (difunto en Indias). Primer marido de Isabel Díaz, emigró y murió en Indias antes de 1539. Aparece citado en la promesa de dote de su hija Leonor, otorgada por su madre que manifiesta expresamente “.... vos mandamos la parte que nos cupiese de la erençia dellas Yndias de Antón Rodríguez, primo marido, de la dicha Isabel Díaz, los quales dichos maravedíes y bienes e alhajas susodichas nos obligamos de vos los dar e pagar e dar quando el dicho matrimonio sea consumado”.

1541. Juan Díaz de la Orden. Marido de Ana Ruiz, en la fecha bautiza un niño llamado Juan y a Juan García, “Yndio del dicho Juan Díaz”. Aunque podría tratarse de un esclavo adquirido de las Indias, o heredado, por lo avanzado de las fechas y la ausencia de referencias posteriores, creemos que se trata de un retornado.

1541. Gonzalo Hernández (difunto en Indias). Marido de María Hernández, posible vecina de Trigueros, y hermano de Isabel Hernández, natural y vecina de Lucena. De Gonzalo no poseemos  referencias familiares en los libros parroquiales, pero murió en Indias, posiblemente sin hijos, dejando como herederas a su mujer y su hermana, que mediante tres poderes sucesivos de este año se repartieron 228 pesos de oro y ciertos “toninos” del mismo material, más  226 ducados y 300 maravedíes cada una.

1545. Juana, esclava de Cristóbal Muñoz de Soto. Cristóbal,  marido de Marina Franco, en segundas nupcias, y con tres hijos, Alonso y Francisco Ramos, y Francisca Rodríguez, registra en su testamento y dos inventarios realizados por su mujer, uno de ellos previo al matrimonio, “una esclava yndia que se dize Juana”. En el segundo de ellos, de 1540, además manifiesta algunas joyas que son las que habitualmente suelen aparecer en las dotes y los inventarios indianos:
“tres hilos de perlas con una cruz de oro pequeña.
Una gargantilla de azavache con unas perlas.
Una sarta de corales de çorvadilla.
Otra sarta de corales mediados de çorvadilla.
Siete anillos de oro.
Una patena de plata dorada.”
Por consiguiente, podría ser un indiano retornado.

1550. Juana González (La Habana). Mujer de Diego de Gorostyi, vecino de La Habana, en la fecha de referencia tiene dos hijos Miguel y Lorenzo Martín, que son declarados herederos universales, con su madre, de Juana o Ana González (se cita de las dos maneras), mujer de Juan Redondo (+). En un segundo testamento de 1570 aparecen como ausentes en Indias, pero solo se cita a Juana y Lorenzo Martín.

1553. Diego Alonso Borrero (Perú y Tierra firme). Marido de Catalina Martín, y con seis hijos, cuatro de ellos varones, parte a América con parte de su familia en la fecha de referencia acompañado de su padre Bartolomé Rodríguez Ficallo, Juan Borrero (uno de los hijos) y Alonso Fernández Caballero, deudo o allegado, puesto que van en el mismo pasaje. El testamento de su mujer cita además a cuatro hijos, el citado Juan, Gonzalo, Diego y Jerónimo, otorgando a una de las hijas Inés Hernández y a su marido Hernán Vázquez de sus bienes, “que los ayan y ereden todos, a lo menos la mitad, y lo demás  dejo a mis hijos que se lo den, ansí ayan mi bendición, porque ellos son hombres y no tienen dello neçesidad y que el dicho Hernán Vázquez, mi herno, posea todos los dichos bienes hasta tanto que vengan mis hijos y que no sea despojado dellos”. Finalmente, Jerónimo Borrero, mercader residente en la Isla de Gran Canaria, reaparece con carga de mercaduría para Tierra Firme en 1579 y posiblemente pasa por Santo Domingo. Por consiguiente los Borrero son los siguientes:

1537. Diego Alonso Borrero (Perú y Tierra Firme). Comerciante.
1537. Bartolomé Rodríguez Ficallo (Perú y Tierra Firme). Comerciante.
1537. Juan Borrero (Perú y Tierra Firme). Comerciante.
1537. Alonso Fernández Caballero (Perú y Tierra Firme). Comerciante.
1553. Gonzalo Borrero, ausente en Indias.
1553. Diego Borrero, ausente en Indias.
1553. Jerónimo Borrero, Santo Domingo, Gran Canaria,  Tierra Firme. Comerciante.

1557. Benito Ruiz de Santarén (Nuevo Reino, Colombia). Natural de Moguer y residente en Lucena por matrimonio con Ana o Juana Rodríguez, ella es hija de Cristóbal Muñoz de Soto en cuyo testamento se cita una dote de 80.000 maravedíes, anterior a 1545. En 1557 envía 40 pesos de oro a su mujer.

1582. Lorenzo Martín Borrero o Gavilán (La Habana, comerciante). Marido de Juana Domínguez, natural y vecino de Lucena, es el propietario de la Nao Nuestra señora de la Luz y debió morir en la Habana antes de 1574, según un documento de obligación descubierto recientemente.  La familia continuó residiendo en nuestra localidad y aunque hemos mantenido en otra ocasión que solo le sobrevivieron hijas, recientemente un nuevo documento ha permitido localizar a un tercer hijo, Cristóbal Martín que, pese a ello, no permaneció en nuestra localidad.

1592. Domingo Martín Barriga (Nueva Andalucía). La lista de pobladores que acompañan en el navío Nuestra Señora del Rosario al Capitán Francisco de Vides, natural de Trigueros, a la Nueva Andalucía de cumana (Venezuela) se encuentran tres solteros catalogados como procedentes de Lucena (Córdoba): Domingo Martín Barriga, Alonso Diez (posiblemente Díaz) y Antón Suárez. Ya resulta sospechoso que prácticamente todos los catalogados en el Archivo General de Indias con esta procedencia se atribuyan a la villa de Córdoba, y aunque estos apellidos nos resultan muy familiares, es cierto que son muy comunes y podrían tener cualquier origen. En Lucena se avecina en el último cuarto del siglo XVI un Juan Martín Barriga, procedente de Bonares, que tiene cinco hijos con Leonor Díaz, tres de ellos varones llamados Alonso, Domingo y Juan, este último también referenciado como Juan Martín Barriga que se casa y continua residiendo en nuestra localidad. Por consiguiente, Domingo podría ser su hermano, del que no podemos poseer referencias porque emigró a América acompañado por los otro dos compatriotas.

1593. Diego Martín Garrochena (Potosí). Segundo esposo de Ana Domínguez Brígida, otorga un becerro de un año o el  valor en dinero a la hija de su mujer en una promesa de dote de 1578. Carece de referencias familiares en Lucena, pero reside aquí, al igual que su hermano Cristóbal Martín Garrochena, que recibe parte de los 410 pesos que envió con Gonzalo de Habrego (¿Abreu?), vecino de Moguer en la fecha de referencia.

1593. Gonzalo Hernández (soldado en la flota de Indias). Soldado retornado en la flota de su Majestad de Indias que se ahogó, reclamando su hermana, Isabel Barrera, segunda mujer de esteban Martín Fraile, su soldada en nombre propio y de otros dos hermanos.

1597. Esteban (Rodríguez) Romo (ausente en indias). Casado con Petronila de San Pedro, con al menos un hijo, y sin referentes familiares locales, otorga dos poderes a vecinos de Niebla en Lucena este año para cobrar 100 reales, por lo que podría ser  natural de esta localidad. Debido al poco tiempo en que tenemos certeza de la permanencia, sólo un año, no estamos seguros de ninguno de estos extremos, aunque algo le liga a nuestra localidad, creemos que la naturalidad de la madre. En el expediente de embarque de Bartolomé Flores de Raya, de 1607, viaja Pedro Rodríguez (Perú, Soltero,  criado del anterior de 22 años), hijo de ambos, que dice ser natural y residente en Sevilla, y presenta testigos. En este sentido, tal vez, la mayor facilidad de embarque en Sevilla o la simpe estancia temporal en la ciudad antes del mismo, sean la causa que no aparezcan avecinado ni en Niebla, ni en Lucena, ya que los testigos aportan un conocimiento directo de la familia, citando solo al padre del marido, pero pocos antecedentes familiares, un síntoma inequívoco de conocimiento reciente.

1599. Lucas Martín (Potosí). Hermano de Cristóbal Martín Garrochena envía a una hija de este, llamada Antonia Martín (mujer de Marcos Martín), 150 ducados que están en poder del racionero Juan Farfán e Inés de la Barrera, mujer de Diego Martín de Rioseco (vecino de Almonte y emigrado al Perú con su familia en 1595).

1610. Capitán Alonso Barba (ausente en Indias). Marido de Isabel Núñez o Barrera, de la que tuvo cuatro hijos, solo conocemos el dato del viaje. En 1615 continuaba en Indias.

1612. Mateo Pabón (retornado, presbítero). Natural de Lucena, donde quiere  ser enterrado en la sepultura de sus padres y abuelos, si la muerte le sorprende  aquí. Según un protocolo testamentario presente en su inventario llegó de las Indias, probablemente de Perú, en 1608, coincidiendo allí con el capitán Juan Barba, al que prestó 30 ducados.
Murió el 15 de octubre de 1622, siendo cura de Lucena, Notario Apostólico y administrador del Hospital de Nuestra señora de los Ángeles, que le proporcionaba numerosas rentas. Por su inventario sabemos que poseía casas y bodegas en Niebla y Lucena, era propietario de esclavos, rasgo distintivo de la élite local, y tenía tratos con numerosos comerciantes, además de ser socio de Felipe Santos, aunque no describe en qué negocios (Felipe Santos era tratante de carbón, trigo y cebada). En el mismo  inventario se declara acreedor de numerosas deudas comerciales y “corridos” de préstamos (intereses), por lo que debía ejercer de prestamista, aunque también es posible que estos fueran parte del capital del Hospital de Niebla, con el que él negocia.
Era propietario de ganado, puercos, con un socio, y posee huerto-heredad, tierra calma y abundante viña, que parece que el mismo encierra en sus bodegas y trafica con el vino. Dejó por herederas a dos sobrinas, aunque no descartamos más herederos, entre ellos  una hija ya que cita a un yerno (también es posible que se refiriera así al marido de alguna de las sobrinas).

1613. Capitán Juan Barba (ausente en Indias, Perú). Marido de María Rodríguez, y con cuatro hijos habidos en el matrimonio.  En junio de este año liquidan cuentas con Pedro Pinzón, de mosto, carbón y otros productos, y se vio obligado a empeñar una esclava mulata, llamada Isabel, a Petronila Vélez, vecina de Palos, a la que debía 100 ducados, y posteriormente se la vende, puesto que declara más deudas y verse obligada a venderla para asumirla.
Por la información que poseemos parece que estuvo dos veces en América. Un primer periodo con fechas extremas entre 1605 y 1612 y ésta de 1613 que no sabemos cuánto se prolongó.

1632. Antón Rodríguez Becerra (Guadalajara). Difunto en la fecha de referencia, natural de Moguer, y Marido de Inés González, aparece citado en el testamento de su mujer que nombra heredero universal a su hijo, Alonso Hernández de la Coba para que “goze quantos bienes tengo e tuviere y binieren de las Yndias y vos herede con la bendición de Dios y la mia, y declaro que si algunos dineros y otras cosas me pertenezcan en herencia de las Yndias o en otra forma todo que lo goze y herede el dicho Alonso Hernández de la coba, mi hijo.....”. La mujer se casa en segundas nupcias con el capitán Antón Domínguez Limón y retorna a Lucena con su hijo, nombrado en el expediente del Archivo de Indias como Alonso Macías de la Coba, cuya fecha es de 1654.
En el testamento de la madre, que obviamente ya era viuda en 1632, aparecen algunos objetos que la ligan con las Indias: una olleta y un salero de Plata, un cubilete de plata que pesa ocho reales de a ocho, dos brazaletes de perlas y corales, otro de perlas y granates, una gargantilla de perlas y cuentas de oro, unos sarcillos de oro que valen diez ducados y un cristo de oro.

1630. Juana de Abrego (Abreu) (Nueva Andalucía). En el expediente de embarque del capitán Juan Domingo de Aguilera, natural de Niebla, aparece citada la lucenera Juana de Abrego, hija de Juan Pabón y Ana Martín, casados el 18 de Abril de 1580 en la parroquia de San Vicente  y con un solo nacimiento registrado de una hija llamada Isabel que además se casó en Lucena.
A Juana la llevó al altar su tío Mateo Pabón, presbítero, también indiano.

1635. Pedro Rodríguez Mocho (Arequipa, Perú). Dos poderes de Teresa Rodríguez Mocho, en la fecha de referencia, reclaman el cobro de la herencia de su hermano, muerto en Arequipa, y consistente en 2500 pesos de plata depositados en la casa de Contratación. Ambos eran hijos de Diego Rodríguez Mocho y Leonor Díaz, nacidos él en 1571 (16-08-1571) y ella en 1573 (08-08-1573), y al otorgar la herencia a su hermana, creemos que única heredera, se encontraba soltero en el momento del óbito.
Teresa con el capital adquirido doto a sus cuatro hijos en 1637, repartiendo una pequeña fortuna entre ellos.

1645. Marcos Rodríguez (retornado de las Indias). Hijo de Juan Alonso Blanco y Juana Pérez, soltero, volvía de América entre 1637-1638 y fue apresado por piratas berberiscos que lo mantuvieron cautivo en Argel hasta el pago de su rescate. Cuando fue apresado contaba entre 26 y 33 años, pero debió permanecer algún tiempo en América, por lo que viajó relativamente joven.
Fue rescatado por su hermano Diego Ojuelos según la escritura de obligación que nos sirve de referencia y se casó en 1651 con la joven Tomasina Núñez y tuvo siete hijos.

1767. Diego Galván (ausente en Indias). El testamento de su Madre, Lucía Méndez, mujer de Diego Galván (+), cita al hijo de ambos como ausente en Indias.

1777. Juan de Mora (ausente en Indias). Juan de Mora redacta una declaración de imposibilidad de estrega de legado de su madre a su hijo, también llamado Juan de Mora, que marcho a Indias antes de 1753. Por este hecho, el padre que ya no conserva la manta y la sábana legadas, se compromete a la entrega del valor de las mismas, que ya ha consumido, en caso del retorno de su hijo.

1778. Dionisio de Aranda (Querétano, Méjico). Un poder especial de la fecha de referencia de su viuda y su hijo mayor, Eugenio de Aranda, sitúa a Dionisio de Aranda en Méjico, donde otorgó varios vales de dineros a vecinos de la ciudad de Querétano y que en esta fecha debían de haberse cobrado y remitidas las cantidades a España.
Dionisio de Aranda fue administrador del Duque de Medina en Lucena


El resultado, insistimos en ello, son los mínimos documentados, 25 luceneros y descendientes en el siglo XVI, 7 en el siglo XVII, y sólo 3 en el siglo XVIII, aunque hemos de decir que este último siglo posee más lagunas documentales que los dos anteriores. Esperamos completar con nueva documentación en el futuro los que hemos dejado pendientes y las nuevas aportaciones.

No hay comentarios:

Publicar un comentario