sábado, 5 de marzo de 2016

El azulejo de la Calle San Vicente.

Fue el año del comienzo de la Primera Guerra de Marruecos, la de O´Donnell, o guerra de África, durante el reinado de Isabel II. El Gobierno había girado y reiterado ya órdenes al respecto en 1856 y 1857, y finalmente el municipio decidió en enero titular las calles y el número de las casas "con los nombres estampados en azulejos". Hubo, eso sí que determinar primero que serían 28 los necesarios, tarea nada fácil, puesto que lo que se denominaba de junto como Barrio del Duque, o del Cantillo, estaba compuesto de cinco calles con la Placeta que carecían de denominación. El cabildo decidió en la sesión de 18 de enero de 1859 otorgarles los siguientes títulos:
Azulejo original de 1859
"La primera, que parte en línea recta desde la de Malvas a Plaza de Isabel 2ª (sic), calle del DuqueLa segunda, que es la que parte desde dicha calle asetamente (sic) al campo, calle del Pilar. La tercera, la que parte próxima a la del Duque hasta la placeta que existe en dicho barrio, con el pedazo de calle que sale al campo, calle Corta. La placeta se denominará de la Cruz y la que sale en línea recta a la de Salvador, calle de San Vicente." 

La sesión de 10 de octubre informó de la conducción de las piezas de 10 x 10 desde Sevilla, debiéndolos colocar a continuación con los números. Hasta hace muy pocos años se conservó, y tal vez aún se conserve, uno de los de la calle Virgen del Rocío y, evidentemente, lo mostramos en la fotografía, se sigue conservando uno de los azulejos originales de la calle de San Vicente que posee, por consiguiente, siglo y medio de antigüedad. Como muchas cosas de nuestro pueblo, el azulejo pasa completamente desapercibido al viandante en el trasiego de nuestra vida cotidiana.

Manuel Mora Ruiz.


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