Sabemos de Pedro Pinzón que era
natural de Moguer y ya comerciaba con carbón antes de conocer a su primera
mujer, la lucenera, María Ramírez, viuda de Juan Caballero. Entre 1596 y 1598
aparece en una decena de contratos de compra-venta que incluyen tratos con un
comerciante sevillano y otro de Sanlúcar de Barrameda, con importantes
cantidades de alcance.
El 21 de octubre de 1598 se trasladó
a nuestra localidad y continuó con sus actividades de tráfico, preferentemente
carbón, y con destino a Cádiz, aunque también aparece en tratos locales de
trigo y cebada. Con su primera mujer, en su casa de la Calle del Salvador
o en la de la Plaza, tuvo seis hijos, que reseñamos en el cuadro siguiente, de
los que le sobrevivieron nada menos que cinco.
Descendientes del matrimonio entre
Pedro Pinzón y María Ramírez (21-10-1598)
|
|||
Nombre
|
Fecha de Nacimiento
|
Fecha de
Casamiento
|
Nombre del
Conyugue
|
Ana
|
18-09-1599
|
-
|
-
|
Leonor
|
05-02-1601
|
15-06-1620
|
Martín Álvarez
|
María
|
12-04-1603
|
27-09-1621
|
Antón Carrasco
|
Catalina
|
1604
|
08-11-1620
|
Alonso Díaz
|
Manuel
|
18-06-1605
|
04-10-1638
|
María Suárez
|
Juana
|
27-12-1607
|
23-07-1625
|
Francisco Vega
|
Por muerte de su primera esposa,
probablemente entre 1610 y 1611, se casó de nuevo con Leonor González, también
viuda de Domingo García, el 9 de febrero de 1611, con la que convivió hasta que
le sobrevino la muerte en 1620, sin esperarlo, porque murió abintestado, es
decir, sin testamento. Con esta segunda mujer no tuvo hijos.
Escudo de la familia Pinzón |
Aunque casi nada sabemos aún de sus
mujeres y sus hijos, más difícil de detectar en la documentación, Pedro Pinzón
no tardó mucho en trazar relaciones con la élite local. Aparece en varias
ocasiones desempeñando puestos de relevancia en las hermandades del pueblo y en
el Cabildo, donde ocupó el cargo de Regidor y Alcalde Ordinario en otros tantos
regimientos.
Fue compañero del Capitán Juan Barba,
ganadero y labrador acomodado, y, posteriormente, socio, liquidando la empresa
en 1613 “así de dineros prestados, como
de carbón y mosto, y otras quentas”, precisamente cuando este
último estaba en Indias y pasaba serios apuros económicos. En estos años, 1613-15
otorga poderes a su primo, Alonso Martín Pinzón, en Moguer, y a un vecino de
Niebla, para el cobro de deudas en ambas localidades y Cádiz, actuando estos
últimos como apoderados y factores locales.
Sin embargo, tal vez esta no sea la
faceta más interesante de su personalidad. El apellido, que ya era sospechoso y
singular, podía servir para abrir muchas puertas y Pedro Pinzón era tratante y
conocía los vaivenes del destino. En 1610 en compañía de Miguel Quintero Pinzón
otorga poder a Francisco Cejudo, Vecino de Montalván, para que en su nombre,
solicite:
Firma de Pedro Pinzón |
“un
privilexio por don de Su Magestad hiço merçed a los contenidos e (los)
descubridores primos de las Yndias, que fueron los Pinçonez, anteçesores
myos, y para efeto fue presentado para suplicar a Su Majestad nos hiciese
merced de se rrevalidar el dicho previlesgio, y mandar dar asiento a mí y al
dicho Miguel Quintero, y a los demás sucesores de los dichos descubridores,….
para ello os entregamos una sédula firmada de Juan Fernández y su data en
Valladolid, beynteedos días de noviembre de mil seissientos y sinco años, que
es el rescibo de los previlexios y en la dicha razón hagáis los que bien visto
fuere a nuestro remedio, derecho e justicia…”
Lo acompañan como testigos Gonzalo
Hernández, Alcalde Ordinario, el capitán Juan Barba, su socio, y Alonso Gil,
Alcalde de Rentas, los tres, según la documentación, tratantes de carbón. No debió quedar el caso a satisfacción del
comerciante cuando en agosto de 1613
otorga poder a su primo Diego Martín Pinzón, para que,
“por
mi i en mi nombre, pueda pareçer e paresca ante el Rey, Nuestro Señor, y ante
los señores i presidente i oidores del Real Concejo de Indías, en la Real Corte
de su Magestad, y ante quién i dónde con derecho pueda i deva, y pueda
presentar, e presente el previlegio nuestro que fue hecho a los Pinsones,
parientes y desendientes de Biçente Yanez Pinsón (sic) y Martín Alonso Pinsón y
Andrés González Pinsón, descubridores de las Indias, vecinos que fueron de la
villa de Palos, e pedir e pida ante Su Magestad e ante los señores presidentes
i oidores de su Real Consejo de Indias, que Su Magestad sea servido mandar hazerme las mercedes que Su Magestad
fuere servido, como al pariente y desendiente que soi de los dichos Pinzones
y todo aquello que me convenga …… "
No tenemos constancia del privilegio
que se pide, pero es fácil suponerlo. En Palos y Moguer los Pinzones eran de
notoriedad hidalgos, pero cuando salían fuera era necesario probar. Y conocemos
por el magnífico trabajo de Alicia B. Gould el caso particular de la petición de
los Pinzones de Ronda (“Documentos
inéditos sobre Hidalguía y genealogía de los Pinzón”, Boletín de la Real
Academia de la Historia, págs. 319-375) e incluso otro poder de Diego Martín Pinzón al
doctor Duarte Navarro de 1634 para probar su hidalguía. Diego Martín, que se
declara nieto de los descubridores, es evidentemente el mismo al que se dirige
Pedro Pinzón para obtener la suya en el documento anterior.
Manuel Pinzón, su hijo, regidor en 1655, desconocemos si disfruto tales privilegios, pero desde luego aparece en el
registro de bienes de 1657 entre los pecheros. Sus descendientes, puede que aún moren hoy entre nosotros.
Manuel Mora Ruiz.
Excelente profesor, se nota que es usted historiador, le sigo muy atento amigo mío.
ResponderEliminarGracias amigo Pepe, yo también te sigo
ResponderEliminar