jueves, 24 de marzo de 2016

Un Pinzón lucenero,

Sabemos de Pedro Pinzón que era natural de Moguer y ya comerciaba con carbón antes de conocer a su primera mujer, la lucenera, María Ramírez, viuda de Juan Caballero. Entre 1596 y 1598 aparece en una decena de contratos de compra-venta que incluyen tratos con un comerciante sevillano y otro de Sanlúcar de Barrameda, con importantes cantidades de alcance.
El 21 de octubre de 1598 se trasladó a nuestra localidad y continuó con sus actividades de tráfico, preferentemente carbón, y con destino a Cádiz, aunque también aparece en tratos locales de trigo y cebada. Con su primera mujer, en su casa de la Calle del Salvador o en la de la Plaza, tuvo seis hijos, que reseñamos en el cuadro siguiente, de los que le sobrevivieron nada menos que cinco.

Descendientes del matrimonio entre Pedro Pinzón y María Ramírez (21-10-1598)
Nombre
Fecha de Nacimiento
Fecha de Casamiento
Nombre del Conyugue
Ana
18-09-1599
-
-
Leonor
05-02-1601
15-06-1620
Martín Álvarez
María
12-04-1603
27-09-1621
Antón Carrasco
Catalina
1604
08-11-1620
Alonso Díaz
Manuel
18-06-1605
04-10-1638
María Suárez
Juana
27-12-1607
23-07-1625
Francisco Vega

Por muerte de su primera esposa, probablemente entre 1610 y 1611, se casó de nuevo con Leonor González, también viuda de Domingo García, el 9 de febrero de 1611, con la que convivió hasta que le sobrevino la muerte en 1620, sin esperarlo, porque murió abintestado, es decir, sin testamento. Con esta segunda mujer no tuvo hijos.
Escudo de la familia Pinzón
Aunque casi nada sabemos aún de sus mujeres y sus hijos, más difícil de detectar en la documentación, Pedro Pinzón no tardó mucho en trazar relaciones con la élite local. Aparece en varias ocasiones desempeñando puestos de relevancia en las hermandades del pueblo y en el Cabildo, donde ocupó el cargo de Regidor y Alcalde Ordinario en otros tantos regimientos.
Fue compañero del Capitán Juan Barba, ganadero y labrador acomodado, y, posteriormente, socio, liquidando la empresa en 1613 “así de dineros prestados, como de carbón y mosto, y otras quentas”, precisamente cuando este último estaba en Indias y pasaba serios apuros económicos. En estos años, 1613-15 otorga poderes a su primo, Alonso Martín Pinzón, en Moguer, y a un vecino de Niebla, para el cobro de deudas en ambas localidades y Cádiz, actuando estos últimos como apoderados y factores locales.
Sin embargo, tal vez esta no sea la faceta más interesante de su personalidad. El apellido, que ya era sospechoso y singular, podía servir para abrir muchas puertas y Pedro Pinzón era tratante y conocía los vaivenes del destino. En 1610 en compañía de Miguel Quintero Pinzón otorga poder a Francisco Cejudo, Vecino de Montalván, para que en su nombre, solicite:

Firma de Pedro Pinzón
“un privilexio por don de Su Magestad hiço merçed a los contenidos e (los)  descubridores primos de las Yndias, que fueron los Pinçonez, anteçesores myos, y para efeto fue presentado para suplicar a Su Majestad nos hiciese merced de se rrevalidar el dicho previlesgio, y mandar dar asiento a mí y al dicho Miguel Quintero, y a los demás sucesores de los dichos descubridores,…. para ello os entregamos una sédula firmada de Juan Fernández y su data en Valladolid, beynteedos días de noviembre de mil seissientos y sinco años, que es el rescibo de los previlexios y en la dicha razón hagáis los que bien visto fuere a nuestro remedio, derecho e justicia…” 

Lo acompañan como testigos Gonzalo Hernández, Alcalde Ordinario, el capitán Juan Barba, su socio, y Alonso Gil, Alcalde de Rentas, los tres, según la documentación, tratantes de carbón.  No debió quedar el caso a satisfacción del comerciante  cuando en agosto de 1613 otorga  poder a su primo Diego Martín Pinzón, para que,

“por mi i en mi nombre, pueda pareçer e paresca ante el Rey, Nuestro Señor, y ante los señores i presidente i oidores del Real Concejo de Indías, en la Real Corte de su Magestad, y ante quién i dónde con derecho pueda i deva, y pueda presentar, e presente el previlegio nuestro que fue hecho a los Pinsones, parientes y desendientes de Biçente Yanez Pinsón (sic) y Martín Alonso Pinsón y Andrés González Pinsón, descubridores de las Indias, vecinos que fueron de la villa de Palos, e pedir e pida ante Su Magestad e ante los señores presidentes i oidores de su Real Consejo de Indias, que Su Magestad sea servido mandar hazerme las mercedes que Su Magestad fuere servido, como al pariente y desendiente que soi de los dichos Pinzones y todo aquello que me convenga …… "


No tenemos constancia del privilegio que se pide, pero es fácil suponerlo. En Palos y Moguer los Pinzones eran de notoriedad hidalgos, pero cuando salían fuera era necesario probar. Y conocemos por el magnífico trabajo de Alicia B. Gould el caso particular de la petición de los Pinzones de Ronda (“Documentos inéditos sobre Hidalguía y genealogía de los Pinzón”, Boletín de la Real Academia de la Historia, págs. 319-375)  e incluso otro poder de Diego Martín Pinzón al doctor Duarte Navarro de 1634 para probar su hidalguía. Diego Martín, que se declara nieto de los descubridores, es evidentemente el mismo al que se dirige Pedro Pinzón para obtener la suya en el documento anterior.

Manuel Pinzón, su hijo, regidor en 1655, desconocemos si disfruto tales privilegios, pero desde luego aparece en el registro de bienes de 1657 entre los pecheros. Sus descendientes, puede que aún moren hoy entre nosotros.

Manuel Mora Ruiz.

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