martes, 30 de agosto de 2016

El Corazón de Jesús

El Sagrado Corazón de Jesús cumplió en enero 60 años, y aunque parece que siempre estuvo ahí, no fue así y su colocación posee una historia propia, hoy prácticamente olvidada por la mayoría de los luceneros.

El Corazón de Jesús en la Plaza según el plano de 1946
Finalizada la Guerra Civil, entre 1940 y 1948 se suceden en Lucena tres alcaldías nombradas por el Gobernador Civil y Jefe Provincial del Movimiento que se enfrentan, además de a la dura posguerra, a un Ayuntamiento arruinado y carente de la más mínima eficacia administrativa. Pese a ello, en 1946 se pavimentó la Plaza de la Iglesia y sus alrededores,  ahora denominada de José Antonio, como antes lo fue de la Libertad o de Isabel II.
En 1948, un nuevo Alcalde “electo”, don Diego García Gómez, esboza el nuevo programa falangista para la localidad según la documentación municipal, al que un año después  el diario Odiel dedica una página completa bajo el título “Lucena del Puerto marcha hacia su urbanización”, a saber: construcción del cementerio municipal, pavimentación y urbanización de todas las calles de la localidad, construcción de la casa cuartel de la Guardia Civil y conseguir el teléfono.
El caos administrativo y los problemas económicos bajo la dirección del enérgico García Gómez se tornan en pocos años en eficacia y superávits presupuestarios que permiten, en varias anualidades, la urbanización y alcantarillado de las calles Calvo Sotelo (Arriba), Antonio Carmona (Virgen del Rocío), General Sanjurjo (Castillo) y General Franco (Abajo), resueltas con buen adoquinado, que aún se conserva parcialmente el algunas de ellas, amén de otras obras menores.
No parece mucho, pero hemos de tener en cuenta que la situación descrita en estos años es dramática. Tanto que no se llega a cubrir ni las  nóminas municipales, ni los suministros,  por los embargos de las administraciones. También hay que tener en cuenta  que la ausencia de pavimento anterior de las calles, de albero o empedrado, y sin aceras, el coste del granito y el nuevo saneamiento suponen una fortísima inversión y requerían una gran disposición de fondos. Y tanto es así, que habrá que esperar unos años para el cierre y conexión completa del circuito de aguas fecales.
Esta primera etapa del gobierno de García Gómez se prologa hasta aproximadamente 1955, fecha en que parece agotarse el programa inicial falangista, y se produce el hecho singular que da lugar a esta entrada. La sesión de Pleno de 31 de agosto de 1954 informa de lo siguiente en el apartado de otros asuntos:

“En este estado y terminado el orden del día se ausentó del salón de sesiones el Sr. Alcalde d. Diego García Gómez, pasando a ocupar la presidencia el Sr. Teniente Alcalde, D. José María Gómez Cruz, quién manifestó que habiendo sido concedida por el gobierno al Sr. García Gómez la medalla de oro de la Orden de Cisneros al mérito político, procedía constar en acta la satisfacción de esta corporación por la distinción con que ha sido horrado, en mérito a su gran labor municipal y política, efectuada durante los once años que lleva al frente de este Ayuntamiento. Y que recogiendo el sentir de la población sumarse al homenaje que se proyecta efectuar por un grupo de sus amigos el costear por suscripción popular el valor de dicha medalla e imponerla en un sencillo pero emotivo acto público.
El Ayuntamiento, por la más completa unanimidad, acordó constar en acta la satisfacción de esta corporación por tan merecida distinción hecha en la persona del señor Alcalde Presidente, y que por el Señor Teniente Alcalde, Sr. Gómez Cruz, asistido del Sr. Secretario, se encauce el deseo de este vecindario de adquirir por suscripción popular la medalla de referencia, presidiendo la comisión que se forme al efecto y que este ayuntamiento contribuya con un donativo de 300 pesetas para encabezar la misma, que se hará con cargo al capítulo imprevistos del presupuesto siguiente”

Reincorporado a la sesión, el señor Alcalde agradece las palabras de los concejales y les hace coparticipes de la distinción, dejando ya constancia que “era su propósito destinar el importe de la suscripción para el acto benéfico social que determinará”.
Tampoco descubrirá el propósito en la visita que el Gobernador Civil y Jefe  del Movimiento giró a las nuevas instalaciones del teléfono y las obras de la calle Calvo Sotelo el 28 de febrero de 1955. En el discurso, celebrado en la casa Consistorial ante el numeroso público y las autoridades provinciales impuso al Alcalde las insignias, haciendo constar la merecida distinción y el carácter de recompensa “a los servicios prestados y por su sacrificio al frente de los intereses municipales durante once largos años”, exhortándole a continuar la labor. El acto finalizó con el himno de Falange y vivas a España y el Caudillo.
Finalmente, la inauguración del monumento, situado en el centro de la plaza, tuvo lugar, como no, el 22 de enero de 1956, festividad de San Vicente Mártir, por el obispo de la nueva Diócesis de Huelva, don Pedro Cantero Cuadrado. Curiosamente no tenemos constancia de la existencia de fotografías del acto, a pesar de lo avanzado de las fechas, quedando reflejado  en las actas de Pleno a posteriori, de la siguiente manera:

“…. presidirá desde su alto pedestal todas las actividades de este vecindario, haciendo constar el agradecimiento de esta corporación en nombre de estos vecinos a dicho donante y ordenando al propio tiempo, por unanimidad, satisfacer los demás gastos que han sido necesarios efectuar por su colocación.”

Ubicación actual del Sagrado corazón de Jesús
A principios de la década de los noventa, el Sagrado Corazón de Jesús fue trasladado al lugar que ocupaba la Cruz de los Caídos en la penúltima remodelación de la plaza, a la derecha de la puerta de la Iglesia. En 2007, en una nueva remodelación, fue colocado en su emplazamiento actual, en la cabecera de la misma, añadiéndose el azulejo sevillano de su pedestal, donado por don Francisco García Borrero. La imagen de molde de cemento y engarzada en una viga de hierro que la soporta, solo posee valor sentimental y testimonial.

Tras la condecoración, Diego García fue premiado con la ocupación de una de las plazas de vocal del Consejo Provincial del Movimiento. A partir de esta fecha, inició una segunda etapa de gobierno que se prolongó hasta 1964, caracterizada por una fiebre inversora y constructora que nos ha legado muchos de los solares e infraestructuras que el municipio posee actualmente. Muchos de ellos, como el Corazón de Jesús, continúan en uso.

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