miércoles, 5 de octubre de 2016

El arca de las tres llaves.

Son numerosos los testimonios a lo largo de los siglos de la Modernidad del estado ruinoso y deplorable del Ayuntamiento. Ni en las ocasiones en que se reparaba, o se reedificaba, poseía unas condiciones óptimas, puesto que el granero del Pósito (banco de trigo) se ubicaba en la planta superior y provocaba, en techos de madera y barro, numerosa porción de polvo y basura que impedían el normal desarrollo del trabajo diario y las sesiones.
Arca de las tres llaves de la Villa de Moguer
En no menos ocasiones la propia documentación alude a la pérdida de papeles y documentos, y a su custodia, como a la propia seguridad de los caudales en las raras ocasiones que había dinero en las arcas municipales. Para su custodia, la de documentos y dinero, estaba “el arca de las tres llaves” que, efectivamente, era un elemento físico y real ubicado en las dependencias municipales:

“Por quanto está nombrado Antón Suárez, vezino deste lugar por depositario del dinero del Pósito deste lugar, e a de tener en su poder la caxa del dinero de tres llaves, por tanto dixeron que mandaban, e mandaron, que una llave de la dicha caja  del dinero de dicho Pósito la tenga el dicho Antón Suárez, depositario, y Juan Barba, Alcalde, tenga la otra llave, y Gonzalo Martín Limón, Regidor, tenga la otra llave de la dicha caxa.....”


La caja guardaba también el “Libro de Privilegios” del lugar que asentaba las mercedes otorgadas y acumuladas a lo largo de años de historia y también algunas sentencias que, por su importancia, se guardaban como oro en paño, como la concesión a mediados del siglo XVIII de la dehesa boyal, que acabó perdiéndose. Hasta la última gran reforma de las dependencias municipales, que de hecho reedificó la casa consistorial, tal vez los mayores recuerden una especie de arcón que se ubicaba en uno de los despachos de la planta alta. Ese ara el arca de las tres llaves.

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