jueves, 28 de abril de 2016

El aprendiz de pintor.

En el año 1602 Alonso Domínguez, hijo de Alonso Domínguez Donaire, difunto, concierta con el pintor almonteño Juan Rodríguez el aprendizaje de su oficio de pintor “a la sarga”. Las sargas eran grandes lienzos a los que se aplicaban técnicas de ejecución rápidas y baratas, y con función fundamentalmente decorativa y sacra. Un arte para sujetos de cierto poder adquisitivo que diríamos hoy, para colocar en palacios y casas, bodegones, escenas de caza, verduras, arte figurativo o decoraciones a imitación de elementos arquitectónicos que tuvo su esplendor entre los siglo XV y XVI y, por consiguiente, iniciaba ya la decadencia en la fecha de realización del protocolo.
Como es habitual en este tipo de contratos, el aprendiz se compromete desde el día de la fecha a servir a su maestro por un periodo de tiempo, en este caso cuatro años, y obedecerle “en todo quanto me mandare tocante al dicho oficio”. Por su parte, el maestro se compromete a enseñarle además de las técnicas propios de la técnica aludida, las del temple, el fresco y dorar,

“todo lo que yo se bien y claramente, sin el que sufriere cosa ninguna, e quedar esaminado del dicho oficio en Niebla a mi costa. Y  durante los dichos quatro años le tendré en mi casa y servicio, y no le echaré, y le daré de comer, y beber, y cama, enfermo y sano, y le curaré y le daré de vestir, y calçar todo el dicho tiempo de los dichos quatro años a mi costa….”

En el caso de que no obtuviese el oficio por su desidia o negligencia, el maestro e compromete a examinarlo de nuevo y pagar los daños e intereses.
De ambos intervinientes tenemos casi nulas referencias. Del pintor solo sabemos los datos contenidos en el contrato, avecinamiento y profesión. La familia del alumno nos resultaba desconocida, aunque gracias al juramento del contrato, por Dios y Santa María, los Evangelios y la señal de la Cruz, con la mano derecha levantada,  sabemos, porque así lo manifiesta expresamente, que el interviniente era mayor de veintitrés años y menor de veinticinco. No fue pues difícil encontrar las referencias y rápidamente localizamos la fecha de nacimiento el 3 de marzo de 1578 y a sus padres, el ya referido Alonso Domínguez Donaire y María Dorada, que no registran más nacimientos en la parroquia y posiblemente sean de ascendencia portuguesa.
De la carrera del pintor nada ha trascendido hasta la fecha. La edad nos resulta cuanto menos pintoresca y desde luego muy alejada de otros contratos de aprendizaje que poseemos que solía situarse entre los 10 y los 13 años. Las dificultades del oficio tal vez la justifiquen.


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