En febrero de 1645 Diego Ojuelos
otorga una carta de obligación hacia el fraile Mercedario Mateo de Treviño en la que explica
que:
Redención de Cervantes por Fray Juan Gil Grabado de H. Mude |
“....
abrá siete u ocho años que cautivaron
moros a Marcos Rodríguez, mi hermano, yjo de Juan Alonso, nuestro padre, viniendo de las Yndias para España, y
oi está cautivo en Argel, tierra (de)
infieles, y porque el dotor Andres de las Hayas y dos Luis Roc(...) del Castillo, como alministradores (sic) de la obra pía que fundó Juan Anriques
(sic) por don Francisco de Inriquez de Galdamendados, vezinos de Moguer, le
tienen mandado para ayuda a su resgate quatrosientos quarenta reales como
contan de la dicha manda que le otorgaron en quatro dias del mes de noviembre
de mil seissientos y treinta y nuebe años a quién me refiero = y asimismo en
este lugar a pedido siento y sesenta reales que los an ofresido para darlos fin,
como venga a tierra de cristianos que todo uno y otro hazen seissientos reales.
Y porque el padre fray Mateos de Trebino (Trebiño), redentor de la Mersed de la siudad de Sevilla, trata del resgate del
dicho Marcos Rodríguez con la limosna
que su Magestad y la redensión da, con que yo me obligue a pagarle a buesa
paternidad los dichos seissientos reales
y venido que sea a tierra de cristianos el dicho Marcos Rodrígues mi ermano, e
yo e tenidolo por vien, por tanto otorgo e conosco por esta carta de dar e
pagar e entregar al dicho padre fray Mateo de Treviño y a quién su poder obiere,
y luego que costen por recaudos bastantes que el dicho Marcos Rodríguez está en
tierra de cristianos, puestos y pagados en la siudad de Sevilla a mi costa y
con las de su cobransa en su poder, y si luego no se los pagare, pueda ser
executado en virtud de esta escristura y de (ilegible) auténtico dél, como dicho
Marcos Rodrígues está en tierra de cristianos y para ello mande a persona a la
cobransa con doze reales de salario que me obligo de pagarle por cada un día de
lo que enella se culpare por la venida, estada y buelta y esta paga ha de zer
dentro de los dos mezes de como el dicho Marcos Rodrígues aya venido a tierra
de fieles...”
En la misma escritura se constituye
en su fiador Andrés Pérez y firman de testigos Juan Bermúdez, Pedro García y el
presbítero Pedro Custodio, cura del lugar.
Diego Ojuelos y Marcos Rodríguez
eran hijos del matrimonio formado por Juan Alonso Blanco y Juana Pérez, hija de
Diego Ojuelos e Inés Gómez, y casados el 14 de Diciembre de 1598. El matrimonio
tuvo siete hijos de los que sobrevivieron al menos cuatro, el propio Diego,
María, casada con Alonso Martín, Inés casada con el escribano público Blas Hernández
y Marcos Rodríguez que fue bautizado como Juan (24-01-1605) o Jerónimo (08-10-1612).
De ambos hermanos tenemos pocas
referencias antes de 1645. Diego, casado con María Belmonte, recibe en dote de
su mujer 2.730 reales que incluyen una pareja de bueyes, millar y medio de
viña y la casa de su morada en la calle de San Sebastián. Entre 1633 y 1645
realiza tratos de carbón, poco cuantiosos ciertamente, y probablemente de alguna manera relacionados con su cuñado Blas Hernández, escribano público, que
también realiza tratos propios.
Marcos, según la escritura anterior,
debió marchar a indias antes de 1638, puesto que llevaba siete años cautivo y
allí debió permanecer algunos años, motivo por el cual no poseemos referencias
suyas. Tomando las fechas de nacimientos que poseemos en el momento del cautiverio
contaba entre 26 y 33 años, por lo que debió realizar el viaje ultramarino
relativamente joven.
Las operaciones de corso y toma de
cautivos eran una práctica habitual en esta época. En Argel, centro de operaciones
de los corsarios, con la llegada del buen tipo se armaban numerosas naves que
realizaban expediciones por toda la costa andaluza y levantina con el único
objeto de obtener cautivos: “Anochecen en
Bebería y amanecen en las costas de España, y hacen de ordinario presa y se
vuelven a dormir a sus casas” (Cervantes, Quijote). No era para nada común
el ataque a la flota de Indias proveniente de América, que venía en convoyes y fuertemente
armada, aunque se han documentado casos de naves averiadas y barcos
extraviados. Los cautivos, una vez llegados a Argel se clasificaban según
pudieran o no pagar el rescate, acordando un posible precio con los tratantes y
recibiendo un trato diferente según su condición. Los que no podían pagar el
rescate eran vendidos como esclavos o destinados a las obras públicas y las
galeras, donde servían de remeros de sus captores. Uno de estos dos últimos destinos
debió ser el de Marcos Rodríguez puesto que la suya era una familia de pequeños
labradores sin mucho numerario económico.
Cada cierto tiempo, según las
relaciones, la diplomacia y la política de guerra, el Rey ordenaba una embajada
para realizar rescates con el inestimable auxilio de los frailes Trinitarios y
Mercedarios, presentes en Argel y los principales puertos, y la intermediación
de comerciantes judíos, que en la mayoría de las ocasiones eran realmente los
que avalaban los rescates. La expedición de 1580, en la que fue rescatado Cervantes,
calcula que eran más de 7.000 los cautivos en Argel (Astrana Marín, 1948, Vida ejemplar y heroica
de Miguel de Cervantes Saavedra).
Una vez realizado el rescate y antes
de acudir a sus respectivas patrias, los rescatados solían realizar una
procesión de acción de gracias vestidos con el escapulario y el escudo de la
Merced en el puerto o ciudad de destino en la península.
Nos queda por responder a una
pregunta ¿fue realmente rescatado Marcos Rodríguez?. La respuesta es sí, lo
fue, y no solo eso, se casó y vino a finalizar sus días en su patria chica para
gozar de un cierto capital que, sin duda, ganó en la carrera de Indias. En
efecto, el 29 de septiembre de 1651 se casó con la joven Tomasina Núñez, de 26
años de edad, con la que tuvo 7 hijos, aunque sólo uno de ellos le sobrevivió.
Ficha de familia de Marcos
Rodríguez y Tomasina Núñez casados el 29 de Septiembre de 1651
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Nombre
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F. Nac.
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Padres
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Marcos Rodríguez
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1605-1609
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Martín Alonso Blanco
Juana Pérez
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Tomasina Núñez
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16-03-1625
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Alonso Díaz
Leonor Díaz
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Nombre
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Fecha de Nacimiento
|
Fecha de
Casamiento
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Nombre del
Conyugue
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Juana
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06-10-1652
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María
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21-08-1654
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Inés
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10-10-1655
|
18-11-1675
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Alonso Hernández Pinzón
|
Juana
|
12-01-1658
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|
Alonso
|
12-01-1658
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|
Juan
|
27-10-1659
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María Antonia
|
27-10-1662
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El capital registrado en los exhaustivos
registros de bienes incluye 6,5 fanegas de tierra calma y dos millares de viña
que sabemos que no proceden del capital familiar, por lo que debieron ser
adquiridas. Más importante es el ganado que registra 13 bueyes domados y 12
bacas, posiblemente de arada, dada su especialidad, además de 250 cabras, 4
asnos y 1 caballo. Una valoración del capital siguiendo las valoraciones de las
dotes de este periodo alcanza la suma de casi 11.000 reales y no se incluye el
capital inmobiliario en casas, bodegas y almacenes.
Su hija se casó en 1776 con un Hernández Pinzón, vecino de Moguer, y
por tanto, hidalgo y descendiente de los descubridores. Sus padres estaban
vivos en ese momento y su dote ascendió a unos 6.000 reales, una suma
importante que incluía, tal vez como recuerdo de su aventura americana, una taza de plata de 3,5 pesos y unos
sarcillos de oro con perlas, joyas muy poco corrientes en esta época. La
ascendencia moguereña del novio tal vez hiciera al padre obviar las tierras, pero
más de la mitad de la dote se otorga en ganado (52,83 %), un hecho que la hace
relativamente singular, ya que el resto del ajuar se diferencia poco del común
de las luceneras casamenteras de la época.
Marcos Rodríguez supero ampliamente
los 65 años, una edad inusual para su época. Con toda seguridad, vivió más
aventuras y recorrió más mundo que pudo imaginar el resto de sus paisanos,
sobrevivió al viaje ultramarino, las enfermedades de Indias, las pestes y el
cautiverio, y vino a finalizar sus días en el terruño que le vio nacer.
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